Recorriendo el Bajío…por Luis.
Un nuevo recorrido de mano de nuestro compañero.
Hace algunos años, tuve la oportunidad de viajar a algunas de las ciudades del Bajío (Querétaro, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, Guanajuato, Irapuato y León, aunque también están dentro de la región el estado de Jalisco y Michoacán, pero ese fue otro viaje)..
La primera parada que hicimos fue a San Juan del Rio, en donde además de estirar las piernas nos fuimos a comer unos famosos tacos…”los tacos sudados”, una especie de tacos de canasta pero al vapor, no diría yo que están ricos, mas bien que están deliciosos.
Un par de horas después ya estábamos rumbo a Querétaro en donde conocimos la Casa de la Corregidora, un edificio histórico del centro el cual desde 1981 es el Palacio de Gobierno. Originalmente la Casa de los Corregidores, se desconoce la época exacta en que comenzó a llamarse Casa de la Corregidora. Esta construcción fue terminada en 1770. La obra fue ordenada por el corregidor Martín José de la Rocha y Lans, quien además de utilizarla como vivienda y despacho, la convirtió en la sede de las cárceles reales. El palacio es considerado la “Cuna del Movimiento Independentista Mexicano” porque en sus salones se desarrollaron las llamadas "reuniones literarias", eufemismo utilizado para encubrir los planes de liberación que se tramaban allí, bajo el amparo de Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del corregidor Miguel Domínguez, una mujer de ideas progresistas, contraria al mantenimiento del yugo español. Y como todos sabemos la conspiración fue descubierta y la corregidora fue quien alerto a los partícipes de dicho movimiento y como consecuencia de esto, el cura Hidalgo realizo el Grito de Dolores.
Y algo de lo que no podía perderme eran las famosas nieves de sabores típicas de ahí, desde las nieves de sabor a mole pasando por la de tequila hasta llegar a las más comunes como son las de fresa, vainilla o de limón.
Y nos dirigimos hacia Guanajuato, en donde tuvimos la oportunidad de caminar por sus calles y callejones. Guanajuato es cuna del festival cervantino. A pesar de no ser una ciudad muy poblada, Guanajuato, donde se lleva a cabo el festival, es culturalmente muy rica. En 1953 se inició un espectáculo teatral anual y en 1972, el presidente Luis Echeverría Álvarez propuso la creación de un festival cultural internacional. Visitamos uno de mis teatros predilectos, el teatro Juárez, de una belleza indescriptible, las estatuas de la fachada son la representación de las bellas artes. El recinto fue edificado de 1872 a 1903. El recinto es uno de los teatros históricos más reconocidos. Su época de mayor auge ocurrió a finales del siglo XIX hasta el estallido de la guerra de la Revolución mexicana a principios del siglo XX. El Teatro Juárez ha sido sede del Festival Internacional Cervantino, desde 1972.
Desde 1865 entonces y hasta 1958 empezaron los descubrimientos de cuerpos momificados debido a las especiales condiciones del subsuelo del lugar, sumadas a la presencia de nitratos y alumbre.
Destacan su portada principal, que es un gran arco de medio punto resuelto en cantería con bellas decoraciones labradas, y la esbelta torre de hierro con un reloj de cuatro carátulas que corona el recinto. Fue parte de las obras públicas emprendidas por el gobierno de Porfirio Díaz para la celebración de las fiestas del centenario de la Independencia, por lo que su construcción fue iniciada en enero de 1909 y concluida el 16 de septiembre de 1910, cuando lo inauguró el propio Porfirio Díaz.
Actualmente se compone de dos plantas: en la primera encontramos frutas, verduras, carnes, semillas y diversos alimentos preparados, por cierto que ahí mismo comimos unas tortas de carnitas con salsa verde, un placer al paladar. En la planta alta hay todo tipo de artesanías, ropa y artículos de piel; éste es el lugar ideal para adquirir el infaltable recuerdo de tu visita a Guanajuato…las deliciosas charamuscas guanajuatenses son un dulce elaborado con piloncillo en forma de momia. También puedes comprar este dulce justo afuera del museo de las momias.
Como ven, hubo mucho pero mucho que hacer y todavía faltaba mucho más por recorrer…
Un lugar ya de por si hermoso en arquitectura.
Le dijimos adiós a esta hermosa ciudad y nos fuimos rumbo a Irapuato, conocida como “La Urbe Fresera” en donde la calidez con la que te reciben los lugareños es impresionante. Cabe mencionar que por aquí los ejércitos revolucionarios tales como villistas, zapatistas, carrancistas, cruzaron por la ciudad de Irapuato en repetidas ocasiones, ya que siempre convergía en el importante centro ferroviario.
Su dinamismo económico la ha convertido en el principal punto estatal de atracción de inversiones. Su posición céntrica y bien comunicada la han convertido en los últimos años en el principal nudo de comunicaciones del estado y en uno de los centros logísticos y de transportes del sur-oeste de Guanajuato.
Y también hogar de los Alcocer, así es, los Alcocer de donde desciendo son originarios de Irapuato, a Irapuato me unen lazos muy fuertes, llenos de cariño y buenos recuerdos.
Unos días después nos dirigimos hacia nuestro último punto a visitar, León, en donde la principal industria es la piel, aquí encuentras desde chamarras, ropa, zapatos, bolsas, carteras y demás artículos a todos los precios y de todas las calidades. León es una ciudad enorme, una ciudad que cada día crece más y que en ocasiones se llega a asemejar a la Ciudad de México. Aquí nos fuimos antes de llegar a la ciudad hacia el Cerro del Cubilete, una montaña y centro geográfico de la República Mexicana. En su cima se encuentra el monumental Cristo de la Montaña, construido en los años de 1940. El edificio actual sirve de base a la gigantesca estatua que mide 20 metros y pesa 80 toneladas siendo esta estatua de Cristo la más grande del mundo hecha de bronce y no concreto o mármol como las de otros lados.
Llegando a León, fuimos a comer a un famoso restaurant de allá, “El Panteón Taurino”, El Panteón Taurino es un restaurant muy conocido entre la gente de allá, pues tiene más de 40 años de haberse fundado.Este restaurante simula una plaza de toros, el interior tiene verdadero coso taurino, los burladeros y hasta el palco de prensa. El menú cuenta con nombres muy originales tomados de la fiesta brava y la base de la cocina son las carnes, como por ejemplo: la sangre de toro, que es un delicioso jugo de filete de res o el queso taurino, fundido con longaniza; las chicuelinas al tercio son delgadas rebanadas de filete de res cocidas al momento en jugo de limón acompañadas de ajo y chile serrano y de postre está el flan montera con salsa de cajeta y licor Dobel. El ambiente es muy bueno amenizado por los mariachis.
Después de comer, fuimos a descansar y más tarde estábamos de compras en el centro, chamarras, carteras y demás artículos fueron los que me traje de allá, y bueno, ese día lo terminamos yendo a cenar para irnos a dormir, ya que al día siguiente nos esperaba largo hacia la Ciudad de México, hacia el hogar a descansar de esta aventura.





